Esto ocurre porque intentamos actuar para salvaguardar el medioambiente y promover un desarrollo más sostenible en cada fase de nuestro trabajo, desde la producción hasta el transporte pasando por el reciclaje de los productos desechados.
Desde 2006 hemos constituido un consorcio con otras empresas del sector agroalimentario para la construcción de parques eólicos en la provincia de Foggia. Hoy en día, la energía eólica que producimos (180.000 MWh/año) es más que suficiente para abastecer toda nuestra producción.
Todas las plantas Valfrutta disponen de circuitos hídricos cerrados mediante los cuales circula el agua necesaria para los procesos de producción y se reutiliza varias veces (recuperamos alrededor del 70% del agua que utilizamos).
Antes de devolverla al medioambiente, el agua se depura y se analiza para respetar los indicadores de rendimiento medioambientales.
Para poner en marcha las maquinarias, en nuestras fábricas damos prioridad a las calderas de metano que, entre los combustibles fósiles, es el que menos contamina.
Además, el vapor residual se utiliza para calentar el agua para la alimentación de las calderas: de esta forma reducimos el consumo de combustible ahorrando energía.
Al final del proceso de producción es inevitable que queden residuos: pretendemos reducir el impacto de los mismos en el medioambiente. En nuestras fábricas optimizamos la recuperación y el reciclaje de los residuos resultantes del trabajo de las materias primas.
Los lodos que derivan del tratamiento de las aguas residuales se depuran y se vuelven a utilizar en la agricultura. Por último, cabe destacar que en todos los establecimientos separamos el 90% de estos residuos.
En nuestra fábrica de Pomposa (FE) se puso en marcha en 2010 una planta de biomasa que permite reutilizar los subproductos del trabajo agrícola para producir energía eléctrica: la planta transforma la mezcla de metano y CO2 que producen los residuos vegetales en combustible útil para producir energía eléctrica (que a su vez se utiliza en la fábrica cubriendo el 30% de sus necesidades).
En Alseno (PI) se está estudiando otro proyecto parecido.
Para minimizar el consumo, reducir los desplazamientos y tener un menor impacto sobre el medioambiente, nuestras fábricas se encuentran a una distancia media de 50 Km de los campos.
Desde 1995 utilizamos un sistema de tráfico multimodal: un sistema integrado sobre ruedas y carriles que nos permite reducir considerablemente las emisiones de CO2, con respecto al tradicional transporte sobre ruedas.
Nuestra producción siempre está unida a la tierra y a lo que cada mes nos puede ofrecer: estudiamos las características de los terrenos y los ciclos de cultivo anteriores para determinar con exactitud las variedades de fruta y verdura adecuadas para ese campo, ese clima y esa región.
Sólo así podemos estar seguros de que estamos respetando el medioambiente y la tierra en la que trabajamos, y que nuestros productos sean de excelente calidad.
El proyecto #ValfruttaGreen ha permitido realizar un análisis profundo de todo el ciclo vital de los productos Valfrutta. Dicha actividad siguió en 2013 tras el acuerdo establecido con el Ministerio de Medioambiente cuya finalidad era calcular y limitar la Carbon Footprint (Huella de Carbono), es decir, las emisiones de gas de efecto invernadero asociadas directa o indirectamente a un producto. Hoy Valfrutta ha considerado necesario certificar también la Water Footprint (Huella de Agua) que mide el consumo de agua debido a la producción del producto a través del índice de escasez hídrica.
Reducir el impacto medioambiental de los procesos de producción.
OBJETIVOS ALCANZADOS
Bajo la supervisión de un grupo de trabajo de la Dirección General de Desarrollo Sostenible, Clima y Energía del Ministerio, se ha realizado una investigación con rigurosos criterios científicos que ha considerado toda la cadena de producción.